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foto: lucidez.pe

La Guerra de los Gestos

"... la falta de atención de los dos candidatos al universo de los indecisos, blancos, viciados, y ausentes, que suman al rededor de ocho millones de electores (cifra suficiente para hacerse de esta elección), que golpea al propio sistema político. Esta cifra responde a los peruanos que están hartos de las mismas estructuras e instituciones anquilosadas en formas y vicios, ya no están dispuestos a brindar oportunidad alguna para que los gobiernen, y tampoco ven ni en Keiko ni PPK la diferencia con los que dejaron fuera el 10 de abril. Ese caudal es el que, por activa o pasiva, decidirá el 5 de junio."

@yturbe_

Publicado: 2016-05-12

La carrera de los candidatos de la segunda vuelta es digna de ser narrada cual pelea de box, más allá de las batallas campales que se desataron en el seno de cada agrupación política, dónde cada movimiento y cada golpe significa un gesto con los electorados de la primera vuelta: 

El primer golpe es propinado por PPK (que apenas rosa a Keiko Fujimori), con el acercamiento de César Acuña, pero al parecer Kuczynsky resbala y se va en caldo a las cuerdas del cuadrilátero. Keiko Fujimori responde con un gancho al hígado, al incorporar al economista Elmer Cuba a su equipo económico, y encaja un cross de derecha, presentando a Hernando de Soto como asesor y vocero en temas de formalización y titulación, Pedro Pablo queda medio grogui... Suena la campana, cada uno a su esquina. En el siguiente asalto, PPK, aun sentido por el hernandosotazo, propina un uppercat en la mandíbula de la representante naranja, jalando, como voceros en temas de lucha contra la corrupción, a Avelino Guillen, el fiscal que denunció al padre de la candidata de Fuerza Popular por los casos “Barrios Altos” y “Cantuta”, y la jueza Inés Tello, quién juzgo y sentenció a los intengrantes del “Grupo Colina”. Fujimori responde con un jab, y presenta, en pleno San Juan de Lurigancho, al ex Director de la PNP, Eduardo Perez Rocha, quién cumplirá la labor de vocero en temas de seguridad ciudadana y lucha contra la delincuencia. Ante ello, Keiko recibe un swing, con la firma del compromiso de defensa de derechos laborales, entre PPK y la CGTP, de Mario Huamán. 

Toda esta narración pugilística nos deja dos preocupaciones estructurales. La primera, es la falta de institucionalización de estas dos agrupaciones políticas. Ello debido a que no son partidos políticos, sino, en un caso, una federación de independientes a la caza de muchos intereses y, en el otro, es un logo con mayor organicidad que el primero. Pero al final de cuentas, ninguna de las dos con un trabajo de formación de cuadros que le permita afrontar este PROCESO POLÍTICO, con actores políticos, sino una guerra de egos de tecnócratas. Esta falencia ha sido re definida como una guerra de gestos con la población que ha optado por uno u otra candidatura de la primera vuelta, pero hay que reconocer que los jales de Keiko Fujimori terminan teniendo mejor predicamento que los de PPK, quién sólo ha avocado sus fuerzas al voto antifujimorista. Tuesta Soldevilla señalaba que el antifujirismo había alcanzado su techo, el cual se encuentra a mucho menos que en el 2011, por ende un camino adicional debe tomar.

La segunda, es la falta de atención de los dos candidatos al universo de los indecisos, blancos, viciados, y ausentes, que suman al rededor de ocho millones de electores (cifra suficiente para hacerse de esta elección), que golpea al propio sistema político. Esta cifra responde a los peruanos que están hartos de las mismas estructuras e instituciones anquilosadas en formas y vicios, ya no están dispuestos a brindar oportunidad alguna para que los gobiernen, y tampoco ven ni en Keiko ni PPK la diferencia con los que dejaron fuera el 10 de abril. Ese caudal es el que, por activa o pasiva, decidirá el 5 de junio.


Escrito por

Ricardo Yturbe

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Publicado en

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